Comida y cáncer
El jueves 25 de septiembre fui a un curso sobre alimentación cuando se tiene cáncer. Como hay tantos tipos de cáncer y cada persona está en diferentes niveles, el curso fue bastante general. Eran cosas obvias, como no comer más de lo que se necesita. La nutricionista no era partidaria de poner una cantidad de calorías por día. Solo hay que comer lo que se va a utilizar, dijo.
Recordó lo de las cinco porciones de frutas y verduras al día. Una forma fácil de medirla es con nuestra mano. Un puñado de uvas será considerado una porción de fruta. La patata no entra en la lista de verduras, pero recordó que tiene más nutrientes que el arroz o la pasta.
Datos que me llamaron la atención. Lo recomendable es usar 6 gramos de sal al día. Reducir el azúcar lo máximo posible. El té, el café o la sopa no cuentan como líquido. Hay que tomar dos litros de agua. Sobretodo cuando se está con la quimio. Hay que eliminar todo el veneno. Beber agua es la mejor forma. Hay que comer más pescado y 20gr de frutos secos al día. No más porque sino sería demasiada grasa.
También tuvimos una charla con unas dentistas. “La lengua es la ventana del cuerpo”, dijo una de ellas. Sabiendo como está la lengua se puede saber que enfermedades tiene esa persona. Asusta un poco que digan eso. Hasta ahora yo solo he tenido pequeñas llaguitas en la lengua. Enjuagarme con agua y sal fue la mejor ayuda. Las dentistas nos dieron consejos de que hacer ante la sequedad bucal. Necesitamos salivar, así que a beber mucha agua. Recomendaron productos bucales que no tuvieran mucho alcohol y sin tantos productos químicos. También recomendaron caramelos con flúor y geles nocturnos para ayudar a salivar.
Después cocinamos conjuntamente. Mi pareja y yo éramos los únicos rodeando la treintena. Creo no equivocarme al decir que el resto sobrepasaba los 50. En muchos grupos en los que he participado me ha gustado sentirme la más joven del grupo. Esta vez era diferente. Si hubiera tenido que escoger, habría escogido tener cáncer después. Quizá después de los 50. Sentí que era injusto. La ponente nos dijo que mucha gente cree que si hubiera comido mejor, si hubiera hecho mejor las cosas no tendría cáncer, pero la verdad es que no hay una receta. La persona más sana, la más deportista, la vegetariana, la budista también puede tener cáncer. "No es mi culpa", es lo primero que hay que asumir, dijo la ponente. "A cualquiera le puede tocar".
