¿Cómo medir el tiempo? (Los días después de mi segunda quimio)
- periodista2014
- Oct 16, 2014
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Desde la segunda quimio me siento más cansada. Tengo más sueño, me agoto más rápido y el dolor de tripa aún no se va. Viene de vez en cuando para recordarme que he tenido una operación y que debo tomarlo con calma. Me siento culpable porque hago la mitad de las cosas que hacía antes, siento que el tiempo se me va. Universidad, trabajo, viaje, festival, cursos de yoga y teatro. Mi pareja me dice “si tú te sientes culpable, entonces cómo me debo sentir yo que hago la mitad de las cosas que tú haces y no estoy enfermo”.
Han pasado 11 días desde la segunda quimio. Los primeros días fueron de náuseas y cansancio. Tengo medicación para controlar las náuseas los primeros cuatro días, luego puedo tomar Afipran 10mg si las náuseas persisten. Y claro que persistieron. Hasta el punto de hacerme pensar en consumir alguna de las cosas alternativas que la gente me ha sugerido. Pero la intensidad de las náuseas empezó a bajar o quizá yo empecé a acostumbrarme.
Por suerte la semana 41 fue høstferie (las vacaciones de otoño) así que no tuve que trabajar porque todas las escuelas están cerradas esa semana, lo que me permitió dormir un poco más. Mucho más. Pero la universidad sí que estaba abierta, así hubo clase y presentación de trabajo. Terminé la semana con un viaje a Oslo donde asistí a una conferencia sobre violencia de género “Vold i nære relasjoner” (violencia en las relaciones cercanas). Me ayudó para conocer a las organizaciones que están trabajando con este tema en Noruega, pero no me ayudó mucho para mi tesis del master.
Apenas acabó la conferencia me fui a la Embajada de España en Oslo. Había una recepción por el día de la hispanidad y yo no me lo quería perder. Es la primera vez que iba a una actividad de la embajada española en Noruega. Tanto la gente de la embajada como quienes llevan viviendo 20 ó 30 años en Oslo coincidían en que la cantidad de españoles que viven ahora en Noruega ha crecido considerablemente en los últimos años. El triste resultado de la crisis en España.
El fin de semana fue de películas. Sí, de película, no solo porque quedé con mujeres maravillosas (de Perú, México y Etiopía) sino porque tuve la suerte de coincidir con el festival Film fra sør (Películas del sur). La primera película que vi fue “Los bañistas” del mexicano Max Zunino, y el documental “Sepideh” de la iraní Berit Madsen, quien me mostró que a veces los finales felices pueden ser inspiradores. Me sentí tan contenta al salir del cine
La vuelta a Trondheim fue durilla. El dolor abdominal volvió y me esperaba un viaje nocturno en tren. Nunca más, nunca más viajes nocturnos sentada en tren o en bus, eso fue lo que dije la última vez que lo hice y allí estaba repitiendo el viaje. Tenía que volver porque el lunes tenía clase de universidad y luego clase de teatro (contaré más en otro post). El martes clase de universidad, y clase de yoga medicinal (también contaré más sobre esto en otro post) y el miércoles a trabajar. Y todo eso lo hice con dolor abdominal.
Los días se me han pasado volando y noto el cuerpo cansado, pero estoy satisfecha. Mi mente y mi espíritu están contentos por lo hecho en estos días. Intento no pensar en las cosas que me hubiera gustado hacer pero por falta de tiempo no he podido. Sobretodo intento no sentirme culpable por ver como se va el tiempo mientras yo duermo o me echo la siesta. El tiempo, el tiempo. Parece corto, pero ¿quién decide que es corto o largo? El tiempo es el que es. La semana que viene toca la tercera quimio. Ya solo quedan cinco.
Nos vemos, me voy a hacer la siesta :)
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