1 de 12 quimios: Empieza una nueva temporada
- periodista2014
- Dec 9, 2014
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Ninguno de los tres nos despertamos a tiempo. Ni mi padre, ni mi pareja ni yo. Queríamos caminar rápido hasta la parada del bus pero mi padre se cayó por el hielo que hay en las calles. Mejor tomar un taxi. A las 9 en punto estuvimos en el hospital. Era la hora programada. Mi mano estaba lista para el pinchazo.
Nada más entrar en la sala del cáncer, la enfermera me reconoció. Nos llevó a una sala donde mi padre, mi pareja y yo podíamos estar a gusto. Me pregunto si había tomado algún medicamento antes de ir. Le dije que no, que la oncóloga me había dicho que ahora no hacía falta tomar nada antes de ir. Que está quimio era más sencilla de llevar, aunque significara venir más seguido al hospital. La enfermera estaba de acuerdo. Primero me pondrían en vena agua con sal, antivomitos y luego empezaríamos con la quimio. Cada quince minutos, me medía la presión en el brazo izquierdo. En el derecho estaba enchufada a la quimio. Perfecta, como tiene que ser en una mujer joven, dijo la enfermera tras medir mi presión. En la tercera medición mi presión había bajado. Nada significativo, sigues estando dentro de lo normal, me dijo.
Mi padre no quita ojo a los resultados. Él estaba preocupado porque en mi última quimio, la cuarto con el primer tipo de veneno, tenía la sangre baja, aunque dentro de lo normal. Aunque ya se sabe los padres quieren que todo este perfecto o lo más perfecto posible. Creo que es una buena experiencia para él saber cómo es recibir la quimio, quienes están conmigo, cómo me atienden las enfermeras. Son super majas y mi padre lo nota y les da las gracias.

Al poco tiempo de empezar con la quimio empecé a tener frío. Mi pareja me trajo té y una manta. Al rato empezó a darme sueño. Mi pareja fue a preguntar si podía descansar. La enfermera le dijo que era normal que con esta quimio estuviera más cansada. Le explicó cómo poner el asiento más cómodo para que pudiera dormir mejor. El mando está en el lado izquierdo, le dijo la enfermera. El respaldo más bajo, el reposapies más alto. Así que me quedé dormida. Cubierta con la manta y enchufada a la quimio. Cuando me desperté. Mi pareja me trajo una sopita de sobre caliente. Me vino bien para despertar. La quimio estaba por terminar así que la enfermera tenía que hacer los papeles para la siguiente quimio.
Los viernes tengo que ir para las pruebas de sangre. Me recomienda esperar para saber los resultados y así saber si estoy apta para tener la quimio los lunes. Si no puedo esperar y ellas ven que mis resultados no son buenos me llamarán para pedirme que vuelva otro día a repetir la prueba de sangre hasta que sea vea que estoy bien osea lista para la siguiente quimio. Como decía, la quimio la tengo programada todos los lunes por la mañana. El lunes 15 de diciembre será a las 9:30. A partir de la 5ta quimio tendré que tomar unas pastillas antes de ir a la quimio. No pensaré en eso. Por ahora solo pensaré que está quimio es más fácil y menos pesada que las anteriores.
Los efectos secundarios que he tenido siguen ahí, pero ya no tengo miedo a tener dolores o adormecimientos como decían que sería con la quimio cada tres semanas. Con esta quimio estarás cansada, me dijo la enfermera. Pero es cuestión de dormir y despertarme como nueva -la respondo a la enfermera-, no sabes como me alegra que con esta quimio no tenga más cómplicaciones u más efectos secundarios. Verás que no, me dijo la enfermera con una sonrisa. Creo que he hecho una buena elección aceptando esta quimio semanal. Y aún quedan 11.
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