top of page
Search

9 de 12 quimios: Todo va como tiene que ir. Sobre variantes genéticas y tumores que se van

  • periodista2014
  • Feb 7, 2015
  • 4 min read

9de12quimio-jmauricio.jpg

¡¡La novena quimio!! Admito que estoy sorprendida. Tres más y habré terminado. Este lunes 2 de febrero pasé casi cinco horas en el hospital. Es como si hubiera estado trabajando. Pero esta semana hay noticias muy buenas.



Primera noticia. El 28 de enero me llamó el genetista. Me dijo que había recibido el resultado de las pruebas de sangre de mi padre. Él se sometió a una pruebas de sangre cuando estuvo de visita aquí en Noruega. El objetivo era saber de cuál de mis progenitores viene la variante genética que tengo. El resultado genético había dicho que no tenía el gen del cáncer, ese que afecta BrCa1 o el BrCa2. No lo tengo. Pero tengo una variante.


Si la variante viniera por el lado de mi madre quiere decir que fue debido a sus genes que tengo cáncer. Pero si fuera por el lado de mi padre (aunque su madre murió de cáncer de estómago y su padre de cáncer de próstata, nadie en su familia ha tenido cáncer de pecho o de ovario) significa que mi cáncer no es heredado. Por la familia de mi padre me podrían haber heredado otro cáncer pero no el cáncer de mama.


Tengo el doctor en el teléfono y estoy nerviosa porque quiero entender todo lo que dice en noruego. La jerga médica es un nivel de idioma avanzando para quienes llevamos apenas tres años en este país. Pero el genetista además de ser super majo habla despacio y claramente. La variante viene por la parte de tu padre -dice- así que ya puedes bajar los hombros (esta expresión en noruego quiere decir que ya te puedes relajar, como me enteré después cuando se lo conté a mi pareja). Es una buena noticia -añadió. Claro que lo era. Estaba super contenta. Esperé a que viniera mi pareja para contárselo. Él me preguntó si se lo había contado a mi familia. Me puse a escribirles. Creo que de todas las personas que me quieren quien más se alegró por esta noticia fue mi madre. “¡Qué bien hija! Me sentí mal al pensar que era yo quien te dejó ese mal, que por mi culpa tenías que pasar por eso”, me mandó por un mensaje en facebook. Todo ha sido una coincidencia, lo dice ella, lo dice el genetista, me lo repito yo. No hay genes culpables.


Segunda noticia. El 2 de febrero antes de tener la quimio tuve cita con la oncóloga para que me revisara. Cuando empecé con el cáncer el área donde tenía los tumores era de seis centímetros, los cuales han ido bajando con cada quimio. La última vez medían dos centímetros y algo. Esta vez yo tengo la esperanza de que el tumor haya desaparecido. ¿Qué por qué lo creo? No sabría explicarlo o quizá me tomaría demasiado tiempo hacerlo. Solo puedo decir que lo siento y estoy super nerviosa y emocionada.


Me quito la camisa, el sujetador y me quedo sentada frente a la oncóloga. En mi cabeza no puedo dejar de pensar en los resultados de la resonancia magnética que me tomé la semana anterior. ¿Qué dirán los resultados? ¿Lo mismo que yo pienso? La oncóloga tiene un aparato de plástico puntiagudo con el que me mide cada vez que tengo cita con ella. Me coge el pecho. Me palpa. Me vuelve a palpar. Se va hacia el pecho izquierdo. Vuelve al derecho. Regresa al izquierdo. Ahora con una mano sujeta una parte del pecho izquierdo y rápidamente salta al pecho derecho. Finalmente decide preguntarme si yo siento el tumor. No, le respondo con una seguridad absoluta. Yo creo que ha desaparecido, le digo con una alegría en todo el cuerpo. Pues parece que sí, que ha desaparecido al menos al tacto desde el exterior -dice la oncóloga- pero no nos adelantemos, es mejor esperar a los resultados para saber el tamaño exacto- añadió la médica. Yo pienso que no hay que esperar nadad, yo pienso que el tumor se ha ido.


La conversación se desarrolla de la forma más hermosa posible hasta el punto de decir lo que yo venía soñando con que pasara: Quizá no haga falta extirparte todo el pecho, sino solo una pequeña área, dice con un rastro tranquilo al que veo cambiar debido a mi reacción. Estoy super contenta. Veo como la palabra mastectomía se va. Sí, se va lejos. Una palabra horrible asociada al desgarro. Cuando pienso en mastectomía pienso en una desgarro de la grasa del pecho, la extirpación de la piel, del pezón, pienso en un vacío como quien destruye una colina y solo queda un desierto. Veo como la palabra mastectomía se ve y estoy contenta. Creo que mi sonrisa no era de oreja a oreja sino que era de ojo a ojo. No nos adelantemos, eso es algo que tendrá que decirte la cirujana -se apura en decir la oncóloga- dijiste que tienes cita con ella el viernes, ¿verdad? Te repito no nos adelantemos, yo lo comento pero no lo tomes como es algo que va a pasar, me aclara la médica.


Tercera noticia. La verdad ésta no es ninguna noticia. Pensé que la cita del viernes 6 de febrero era con la cirujana, pero me equivoqué. Era con la cirujana reconstructiva. Así que digamos que esa corvensación sirvió de muy poco porque ella solo habla de la reconstrucción, de si me quito los dos pechos o solo uno, de si me reconstruyen el pecho sano el mismo día que me quitan el otro. Ella desconoce mi caso, solo sabe lo que hay que hacer tras una mastectomía y cómo reconstruir los pechos sanos que son extirpados debido a una alteración o posible alteración genética.


Prefiero olvidar esta última cita y pensar en lo que me ha dicho la oncóloga. Estoy que no quepo en este cuerpo que a veces parece tan pequeñito para todo el amor que me rodea. ¡¡¡Qué las buenas noticias continúen!!!


 
 
 

תגובות


Featured Posts 
Recent Posts 
Find Me On
  • Facebook Long Shadow
  • Twitter Long Shadow
  • YouTube Long Shadow
  • Instagram Long Shadow
Serach By Tags

© 2023 by Make Some Noise. Proudly created with Wix.com

  • Facebook Clean Grey
  • Instagram Clean Grey
  • Twitter Clean Grey
  • YouTube Clean Grey
bottom of page