10 de 12 quimios: Cambio de mantra
- periodista2014
- Feb 10, 2015
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Es lunes 9 de febrero. Me despierto temprano. Pienso en las cosas que quiero hacer antes de ir al hospital. Quiero meditar antes de salir de casa. Sigo en la cama, sintiéndome segura, tranquila y amada. Pienso en lo que quiero para este día. Pienso y pienso y me doy cuenta de que hay algo que he estado echando en falta. Lo he dicho tantas veces que pensé que lo tenía interiorizado pero no. No basta con decirlo de vez cuando hay que sentirlo cada día.
Sigo en la cama y me siento agradecida. Recuerdo cuando empecé con mi mantra sobre mi derecho a ser feliz. Merezco ser feliz todos los días de mi vida, me repetí millones de veces. Quería que mi relación anterior se arreglara y pensé que si repetía ese mantra sería capaz de crear esa felicidad que quería con mi entonces pareja. Era otoño del 2013. Merezco ser feliz todos los días de mi vida. La relación se terminó. Pero después del duelo y el dolor de la despedida empecé a ser feliz. Todos los días de mi vida. Luego vino mi nueva pareja para hacerme más feliz aún. Todos los días de mi vida. Aunque claro que han habido días grises. Las nubes grises vienen, como este cáncer vino, pero sé que se irá. Y mientras tanto yo soy feliz. Todos los días de mi vida. Las nubes vienen para ayudarme a confrontarme con mis otras emociones. Soy feliz todos los días de mi vida.
Pienso que tengo que seguir repitiéndome ese mantra. Pienso que tengo derecho a ser feliz. Todo el mundo lo tiene. Me pregunto qué otro derecho tengo, qué otro derecho tengo que realmente no lo he usado. Pienso que tengo derecho a ser como soy y entonces me empiezo a repetir: Merezco ser como soy. Me suena raro, me hace sentir incómoda. Entonces lo repito más veces. Recuerdo cuando empecé con mi mantra anterior también me sentía incómoda las primeras quinientas (¿o quizá mil, dos mil?) veces que lo dije. Luego me pareció aceptable, luego lo asumí y finalmente lo interioricé y disfruté al decirlo. Lo sentí parte de mi.
Merezco ser como soy. Lo digo y algo no me suena. ¿Merezco ser como soy? ¿Y cómo soy? Soy tantas cosas. Merezco ser como soy suena raro. Bueno yo soy rara. Pero a veces me cuesta creer que soy yo. A veces me digo que esa que actuó de esa manera no era yo. A veces me digo que yo quería decir o hacer algo pero no lo hice por esto, por lo otro o por aquello. Ésa no era yo. ¡No puedo merecer ser esto! Me giro al lado derecho la cama. Veo la ventana. El cielo está gris. Las nubes se mueven rápido. Este fin de semana llegó Ole y con él las tormentas y el mal tiempo a Noruega. Aún sigue aquí. No se ha ido del todo. Pienso en que nadie puede cambiar el tiempo. Toca aceptar. Aquí hay una frase que dice “no es que haga mal tiempo, es que no llevas la ropa adecuada”. Aceptar el tiempo como es. El tiempo no cambiará solo porque tienes ropa de verano. Eres tú quien tiene que aceptar y buscar la ropa que mejor te acomode según el tiempo. Aceptar. Eso es lo que tengo que hacer. Aceptarme como soy. Pienso que ese es el mantra que me tengo que repetir: me acepto como soy. Desde que he creado este blog he estado reflexionando sobre lo que me cuesta aceptar. Me he dicho muchas veces que debo aceptar, quizá una vez un día y otra vez la semana siguiente. Esta vez será diferente. "Me acepto" será mi nuevo mantra. Lo repetiré todas las veces que pueda, cuando medito, cuando me levanto, cuando estoy en el bus, cuando estoy en la cola, cuando me estreso, cuando camino, todo el tiempo, de la misma forma que hice con mi anterior mantra.
Aceptarme como soy. Tonta, lista, sentimental, inteligente, lógica, extrovertida, miedosa, acelerada, pensativa, dubitativa, estricta, racional y otras cientos de cosas más. Me acepto como soy. Ufff, algo me incomoda en el interior, es una voz que me dice ¿estás segura? ¿te aceptas como eres? Me lo repito más veces. Me acepto, me acepto como soy. Imágenes de situaciones donde no me gustó como actué inundan mi cabeza. Me acepto como soy, me repito. Sé que ese es el mantra que necesito. Lo siento en cada célula a la que le cuesta creerlo pero que se siente relajada al oírlo. Me acepto. Pienso que yo sé lo que es aceptar, acepto a mis amistades, a mi pareja como son. Los adoro por como son. Por eso los tengo en mi vida. ¿Entonces por qué no he hecho lo mismo conmigo? Me acepto, me acepto como soy. Me lo repito.
Mi pareja y yo desayunamos. Hago meditación. Mi pareja se da cuenta que hoy no tiene clases en la universidad, así que nos vamos juntos al hospital. Mientras caminamos con dirección a la parada del bus me repito mi mantra. Me acepto como soy. Me acepto como soy. Llegamos al hospital y nos dicen que mi quimio aún no llega. Habrá que esperar. Mi pareja y yo conversamos. Como me encanta que podamos compartir nuestras formas de ver las cosas aunque a veces sean contrarias, diferentes u otras veces idénticas. Me acepto como soy, me recuerdo y entonces soy capaz de decir mis miedos, mis temores, mis dudas. Soy como soy y me acepto o al menos estoy en el proceso. Acepto mis errores, acepto mis fracasos, solo aceptándolos los hago míos y hacerlos míos significa aprender. Me acepto, me acepto como soy. Ese es mi nuevo mantra. Y espero sentirlo cada día de mi vida.
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