A la espera de la radioterapia
- periodista2014
- Apr 19, 2015
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El jueves 16 de abril tuve mi última cita con la cirujana. Todas fueron buenas noticias sobre la operación. Practiqué mi derecho a preguntar y a preguntar hasta quedarme tranquila. Sobre todo habían tres preguntas que me tenían intrigada y las respuestas que recibí no fueron como esperaba.
El postoperatorio ha ido super bien. El cuerpo está cicatrizando estupendamente. El tamaño del coágulo se ha reducido considerablemente. Det ser fint ut, dice la cirujana. Y esta vez el que diga que se ve bien/bonito no me afecta. La primera vez que lo oí fue tras la operación y me pareció un golpe bajo. Me habían cortado, quitado una parte de mi cuerpo, tenía una megacicatriz y decía que se veía bien/bonito. Me dolió. Pero esta vez era distinto. Lo entendí. Claro que se veía bien. La piel ya no está ni roja, ni morada, ni verde, ni amarilla. Se ve como una piel normal y el corte está cicatrizando super bien. Aún sigue cubierto. Todo va como tiene que ir. Todo funciona. Todo se ve bien. Así que me siento motivada a hacer esas preguntas que me están dando vueltas en la cabeza.
1) Resultados de las pruebas que hicieron con los tejidos tomados de la masectomía.- La cirujana dice que los resultados son muy buenos. Todo confirma que el cáncer no se ha extendido. El primer lugar al que el tumor suele extenderse son los ganglios, esa es la tendencia, y en tu caso los ganglios están limpios, explica la cirujana quien tras varias preguntas admite que hay casos donde el cáncer reaparece en otras partes del cuerpo sin necesariamente pasar por los ganglios. La tendencia es que primero afecte a los ganglios, insiste la cirujana.
2) El corte de la operación.- Antes de la operación nadie me dijo cómo sería y yo tampoco pregunté. Nunca se me ocurrió preguntarle al cirujano ¿Oiga, cómo me va a abrir? ¿Me cortará así o cómo? Pues no, no se me ocurrió preguntar eso. Ni siquiera se me ocurrió que pudiera haber diferentes formas de cortar un pecho. Pensé que era la misma forma para todas, hasta que descubrí un foro de facebook para mujeres con cáncer de pecho. Allí una mujer preguntó cuánto tiempo había que esperar para empezar con la radioterapia después de la mastectomía. Esa pregunta, que se refería al tiempo, me llevó a otro mundo. Después de compartir experiencias hubo una mujer que contó que a ella le pusieron el expansor el mismo día de la operación y que semanas después empezó con la radio. Yo mostré mi sorpresa y conté que a mi no me dieron esa posibilidad (bueno esa opción la oí por primera vez antes de empezar con el tratamiento, me lo dijo la cirujana al principio-aún se valoraba si empezar con la operación y luego quimio-, pero luego los demás médicos negaron esa posibilidad. Incluso dijeron que había sido un malentendido). Otras mujeres dijeron que sus médicos les dijeron que no era recomendable porque la piel se contrae. Lo mismo que yo escuché. Pero he ahí dos mujeres noruegas (que viven fuera de Trondheim) a quienes les pusieron el expansor el mismo día de la mastectomía y que ahora están terminando la radioterapia sin ninguna complicación de piel ni de ningún otro tipo. Incluso una mandó la foto para mostrar cómo se ve el expansor que le habían puesto (el expansor se rellena cada cierto tiempo hasta que alcanza el tamaño deseado y entonces se cambia por una prótesis). Y allí estaba el corte del pecho. Un corte completamente diferente. El mío atraviesa todo el pecho derecho que fue removido. El de ella apenas si llega a la mitad, como si hubiera llegado hasta el pezón y ya está. La otra mitad es solo piel. Su cicatriz es la mitad del tamaño que la mía y en lugar de ir hacia arriba termina hacia abajo. Parece una tontería pero creo que el tamaño de una cicatriz sí que importa. Y mucho. Una cicatriz pequeña necesita menos tiempo para curar (yo muevo el brazo y siento como tira toda esa área. Con un corte pequeño sería menos doloroso). Además es menos traumático y te hace usar menos tiempo cada vez que tienes que ponerme un jersey o camiseta porque no estás preocupada de si la cicatriz se ve o no.
Sé que al sector médico le molesta que una paciente empiece una pregunta diciendo que lo ha visto en las redes sociales, pero ese era mi caso. Mi pregunta venía después de ver esa foto. ¿Por qué me operaron de esa forma? ¿Por qué tengo el mismo corte que mi madre tuvo hace 14 años en España? Necesitaba una respuesta. Primero respondió diciendo que era el protocolo, luego dijo que dependía de donde se encontraba el tumor, luego que era por la forma de los pliegues y finalmente que los cortes rectos son los más recomendables. Honestamente yo quería pedirle que se decida, que escoja una y la sustente porque dicho así me suena a excusa barata. La cirujana habló de protocolos, aduciendo que Oslo y Trondheim no son lo mismo; habló de recursos, explicando que Oslo cuenta con más gente en el sector médico comparado con Trondheim.
Preferí calmarme y aceptar lo que ella me decía. Soy nueva en esto, quizá la respuesta es la suma de ellas. Así que escucho. No puedo cambiar mi pasado pero necesito entender mi presente. Quizá esa información pueda ser útil para las que vienen.
3) Objetivo de la radioterapia.- La cirujana respondió a todas las preguntas que hice, aunque eso no significa que tuviera todas las respuestas. De hecho le pregunté por qué es importante que tenga la radioterapia. ¿Si me acaba de decir que todo ha salido bien por qué tienen que quemar el área donde antes estaba mi pecho derecho? Ella dice que es por si se ha quedado alguna célula hay que eliminarla para evitar que se reproduzca, pero tampoco garantiza con ello que el cáncer no vuelva a aparecer. A veces aparece en otros órganos, dice.
Desde que empecé con el tratamiento me negué a preguntar por porcentajes o por qué pasaría si no hago esto o aquello. Pero me doy cuenta que los médicos siguen un protocolo sin muchas veces saber por qué lo siguen. Por eso esta vez pregunto por mis posibilidades, quiero saber porcentajes. Dice que esa no es la forma de verlo. Eso mismo pensaba yo, pero si me dicen que la radioterapia funciona, quiero saber en qué porcentaje funciona. Tras darle varias vueltas ella admite que no tiene esa información y me sugiere que esas preguntas se las haga al oncólogo. Pregunta qué posibilidades tienes de que el cáncer te vuelva a aparecer en el pecho o en otra parte del cuerpo, me dice. ¿Es qué eso se puede saber?, pregunto super asombrada e inquieta a la vez. Yo no te puedo responder eso, pero pregúntaselo a tu oncólogo, me responde la cirujana.
La cirujana es amable y no se incomoda con ninguna de mis preguntas. Tengo la impresión de que es demasiado cautelosa con lo que dice. Con lo que respecta a la cirugía todo ha ido bien y aunque ella trabaja con cirugía a pacientes con cáncer ella no se atreve a dar más información. Tocará seguir preguntando.
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